LA RESURRECCIÓN ECONOMISTICA DE LA RELIGIÓN

Robert Kurz

Dios murió, dice Nietsche. Nietsche murió, dice dios. Y particularmente lo dicen sus novísimos profetas, curiosamente todos economistas y teóricos de la gestión. Desde el inicio de la nueva crisis mundial capitalista y del viraje neoliberal asociado a ella, las comunidades religiosas comenzaron a economificarse con una determinación endiablada. Las grandes iglesias se consideran cada vez más como prestadoras de servicios en las cuestiones de dar sentido a la vida, vender consuelo y consejos edificantes como MacDonalds vende hamburguesas o Beate Ushe lencería provocativa. Y las tenebrosas sectas evangélicas, que a partir de los EE.UU llevan sus misiones al tercer mundo, se organizan como conglomerados transnacionales, en lo que por cierto se asemejan a la organización terrorista Al Qaeda. Por todos lados las congregaciones son objeto de racionalización, como la Volkswagen, y se exploran los mercados de la fe, tal como los mercados de tabletas de chocolate o de minas anti-personales. El marketing es todo en un mundo que ha conseguido transformar incluso a dios en una mercancía y resucitarle del sepulcro como cadáver ambulante.

De este modo, después de que la religión se haya amablemente economificado y se haya lanzado a los brazos del espíritu de la época, ahora los economistas se apuran en convertir, con igual delicadeza, su materia en religión. Se acuerdan con gratitud del estudio de Max Weber publicado en 1905 sobre la conexión interna entre capitalismo y protestantismo, aunque piadosamente incluyan en la benevolencia político-económica también el catolicismo y la religosidad en general. Sólo del Islam se sigue diciendo, quien lo diría, que no le gusta tanto la propiedad privada y la competencia. Por otro lado, no obstante, no sólo la avaricia es atractiva, sino también la fe. Como siempre en la economía política, todo ocurre de modo estrictamente científico. De esta manera, como menciona el periódico Handelsblatt, el teórico del crecimiento de Harvard, Robert Barro, junto con Rachel McCleary, estudió en 59 países si la "dimensión de la religiosidad" de un país presenta "correlaciones significativas con variables macroeconómicas como los ingresos per capita". Y mira por donde: allí dónde "la fe en el cielo y en el infierno" es más intensa, "el rendimiento de la economía nacional" es también fantástico. Y quien crea que esto es una sátira de la realidad, va al infierno.

Este destino después de la muerte seguramente no amenaza a Stefan Baron, redactor-jefe de la revista Wirtschaftswoche. "żLa fe trae más éxito?" titula en su página oportunamente antes de navidad, con una ilustración de las "Manos en oración" de Durero - para acto seguido responder afirmativamente en la rúbrica "Política, gestión, carreras y dinero": "Al final, la fe se convierte incluso en un mandamiento de la razón" señala el redactor-jefe, quien junto con el ya no tan lozano filósofo Jürgen Habermas ve aproximarse una "sociedad post-secular".

Tal vez para los economistas, en las cuestiones de religiosidad se trate menos del éxito que de la administración de la crisis. Voltaire, que desdeñaba la religión ya había dicho que la fe era buena para los mozos de recados y para las mujeres, para poder mantener mejor a esta parte de la humanidad bajo flagelo. Pues la fe, como nos revela Robert Barro, da lugar la mayoría de las veces a virtudes como la moral de trabajo, y no en última instancia, la resignación. La religión como "condición vital de un soporte moral" (Stefan Baron) quizás también permitirá aumentar la aceptación de Hartz IV y de otras monstruosidades sociales. De ese modo el gobierno de Schröder ya no precisaría echar en el agua potable psicofármacos para mejorar el humor, como se temían algunos teóricos de la conspiración, pues bastarían las iglesias llenas. Claro que, si todo esto es una pura estupidez, puede ser que la portada del Wirtschaftswoche contenga sin quererlo otro mensaje sobre la crisis, a saber, el muy desesperanzador mensaje de que al mundo capitalista ya sólo le puede ayudar la oración.

Original alemán DIE ÖKONOMISTISCHE AUFERSTEHUNG DER RELIGION en Neues Deutschland, Berlín, 23.12.2004

Traducción portuguesa http://obeco.planetaclix.pt/

Traducción al español: Contracorriente, corregido por Nuria Rojo